Se alimenta de carroña y
desperdicios de origen animal de toda clase (pequeños animales atropellados,
insectos, huevos de pájaros, excrementos, caracoles, ranas, y además puede
aprovechar cualquier tipo de carroña que encuentre en vertederos cercanos a su
nido).
Cuando hay un cadáver,
espera la llegada de carroñeros más grandes y come los pequeños trozos de carne
esparcidos alrededor del cadáver que estos dejan. Cuando éstos se están cebando
corretea entre ellos, como si fuera una gallina, picoteando los pequeños trozos
de carne que caen al suelo.
Éste comportamiento se
debe a que tiene un pico largo pero débil y no le permite romper las pieles de animales
de talla media-grande.
También come huevos de
nidos, los cuales rompe a picotazos o los coge con el pico y los tira contra
rocas para romperlos. Para comer huevos de avestruz cogen piedras con el pico y
las arrojan contra el huevo hasta conseguir partir la cáscara. Se ha demostrado
que este comportamiento es genético en un estudio realizado por Félix Rodríguez
de la Fuente.
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